La relajación consciente y voluntaria aumenta nuestra autoestima y confianza. Nos permite ser más independientes, minimizar los problemas buscando soluciones.
Aprender diferentes técnicas de relajación y respiración para liberar tensiones y alcanzar un equilibro emocional.
A través de la práctica desarrollar las habilidades necesarias para aplicarlas a la vida diaria.
El trabajo se centra en la búsqueda de las tensiones de cada persona para aprender a controlarlas y expresarlas.